Un cuento de Año nuevo
Ni bien la familia se va al festejo un sapo cae en la vasta pileta de la casa. Nada y nada, nada y nada y no puede llegar a los bordes para salir porque no puede saltar tan alto desde el agua. Es anfibio, puede resistir. Y va a resistir toda la noche nadando en ese cuadrilátero. Cuando la familia vuelve, llega el dueño de casa, completamente borracho y lleno de comida hasta el cogote, al ver el sapo en el agua no puede dejar de sonreír, por la metáfora que se le presenta de comparar la vida del animal en la pileta con la vida del hombre en el mundo. Claro: podés resistir, podés incluso flotar pero no vas a salir y tampoco vas a flotar por mucho tiempo... se ríe solo el tipo, socarronamente, Aunque no es gracioso para nada, mientras empuña el celular para firmarlo y hacer un reel para divertirse con sus amigos. Al mismo tiempo, con la otra mano busca el bichero que está apoyado contra la pared al lado del asador para salvarle la vida al animal. Mientras tanto, los chicos ya están en sus...